Si quiere ahorrar en el consumo de electricidad en su hogar con un mejor manejo de su secadora, puede leer y poner en práctica los consejos que a continuación le ofrecemos. Puede estar totalmente
seguro de que a la larga le harán consumir mucha menos energía en casa y con ello gastar menos dinero para secar su ropa. No subestime los grandes cambios que puede producir la suma de pequeños
hábitos y costumbres tan fáciles de llevar como lo son los siguientes:
- Cuando esté secando la ropa, es conveniente separarla según tipos de prendas y tipos de materiales para secarlos juntos, por la gran diferencia de tiempo que pueden presentar los distintos tipos
de materiales o de prendas en su tiempo de secado. De esta manera puede tener un conjunto de artículos que necesitan aproximadamente el mismo tiempo de secado, o incluso la misma temperatura ideal
para ello. Si convierte esto en un hábito, a la larga puede ahorrar mucha electricidad, pues podrá ajustar los programas de secado a exactamente las necesarias para cada tanda de secado, sin gastar
recursos extra. Por ejemplo, sepa que un material sintético que sea fino puede secarse mucho más rápidamente que una toalla, o que la ropa ropa de fibra natural. Si los separa puede evitar que los
materiales sintéticos se sequen mucho antes que las toallas o la ropa, y permanezcan más tiempo del necesario dentro de la secadora, mientras el resto sigue húmedo. Esto supone un gran gasto añadido
de electricidad que sin duda se verá reflejada en su factura de la luz.
- Intente no caer en la tentación de secar en exceso la ropa. Es mejor parar el ciclo de secado un poco antes de que estén completamente secas, es decir, cuando todavía la carga esté ligeramente
húmeda, para así reducir la necesidad de plancharla, porque la tarea de planchado es otro de los principales demandantes de electricidad. Si su secadora tiene un ajuste para auto-secado, asegúrese de
utilizarlo en lugar del temporizador convencional, para así evitar un desperdicio de energía que puede darse al usar ciclos de secado más largos de lo necesario, ya que el programa de auto-secado
detecta automáticamente cuándo está seca la ropa y para el electrodoméstico en ese momento.
- Evite añadir ropa u otras prendas que estén mojadas a otra carga que está ya parcial o totalmente seca, ya que alargará el tiempo que necesita la primera carga en permanecer dentro del aparato
porque volverá a mojarse. Es especialmente contraproducente si la primera carga está compuesta de artículos gruesos o materiales que tardan más tiempo en secarse. Tenga en cuenta que realizar dos
secados consecutivos es más recomendable que espaciarlos en el tiempo, siempre claro que sea posible. Así se se puede aprovechar la energía calorífica que aún está presente en la secadora procedente
del primer ciclo. Esto hará que durante el segundo el tiempo de calentamiento sea mucho menor y la carga se seque significativamente más rápido.
- Asegúrese de usar cargas completas para que la secadora esté llena en el momento de encenderla, siempre que haya suficientes prendas para ello. No se trata de sobrecargar el electrodoméstico,
sino de ajustar la cantidad según la recomendada por el fabricante, esto es una información que normalmente viene presente en el manual que viene con la compra del producto. Sepa que las cargas
incompletas desperdician toda la energía que se ha invertido en calentar el aparato, y que las sobrecargas impiden que el aire caliente pueda circular de manera libre y eficiente entre todas las
prendas, por lo que es posible que al terminar el programa, algunas prendas sigan húmedas. Muchas personas caen en la tentación de reintroducirlas o alargar el tiempo del programa, pensando que no es
suficiente. Es un error muy habitual que conlleva una pérdida de tiempo y sobre todo de dinero en la factura de la electricidad.
- Siempre compruebe que la ventilación exterior de la secadora se encuentra despejada y no obstruída. La chapa de la campana exterior debe poder abrirse y cerrarse de manera libre, y no debe
haber objetos que limiten su correcto funcionamiento, tales como escobas, fregonas u otros objetos que se almacenan de forma típica en el hueco que queda entre el electrodoméstico y la pared.
- Por supuesto, cuando el clima sea buena y haga buen tiempo, recuerde que es mejor tender la ropa fuera y no usar la secadora, ya que estará ahorrando energía. Además, muchas prendas no son aptas
para ser secadas en la máquina, pues su material se va deteriorando con el paso del tiempo, además de la posibilidad de encogerse.
- Y por último, si está barajando la posibilidad de comprar una secadora nueva, procure optar por un modelo de alta eficiencia energética. Estos aparatos a simple vista pueden costar algo más caros
que los modelos tradicionales, sin embargo a la larga le permiten ahorrar dinero debido a su menor consumo de luz. Las etiquetas de eficiencia energética de le permitirán diferenciar cuáles son las
que tienen mayor eficiencia energética, normalmente representadas por letras. Si tiene dudas al respecto, es muy recomendable que consulte con un dependiente de la tienda para que le informe más y le
ayude en su elección. Elección que marcará su gasto energético la siguiente década, por lo que no es trivial.
Si aplica la mayoría de estas recomendaciones, puede estar seguro de que notará en seguida un cambio en su factura de la luz, desde el comienzo. Pero si los pone en acción de manera habitual y los
combina con consejos de ahorro de otros electrodomésticos, la diferencia será aún mayor.